domingo, 16 de agosto de 2009

Para los gringos, no existen las tetas.

El martes once de Agosto de este año, Chylain Krivensky amamantaba a su hijita de seis meses Rillel Terrel, en un resurant de comidas rápidas perteneciente a la cadena Chick-fil-A, en la coqueta y muy concheta ciudad de Winter Park, Florida, cuando se apersonó la manager Virginia Piter, para solicitarle a la madre que amamantaba a su pequeña que se cubriese el seno.
Número uno: NINGUNA LEY AMERICANA PROHIBE AMAMANTAR EN PUBLICO.
Número dos: Lo que siempre se cuestiona (y no exactamente por quien escribe esto), es la exposición del pezón, el cual con un bebé prendido de él, no existe ni la más remota posibilidad de verlo.
Pero qué es lo que me lleva a escribir este reporte? Fácil... Quiero dejar de ser una víctima de la sexualidad pacata de la sociedad americana.
Soy una víctima, cada vez que esta sociedad americana a la que adoro, me pone los pelos de punta mostrándome en televisión como se hace para usar drogas, sus precios, la forma de conseguirla, pero no me dejan decidir si me gusta o no un buen desnudo. Lo mismo le ocurre a un par de amigas que tengo que nunca han podido ver un tipo en bolas en la televisión americana, ni en Inglés ni en Español.
Es también llamativo que un país económicamente desarrollado e intelectualmente avanzado tenga semejante cantidad de degeneraditos abusadores sexuales, tanto de mujeres adultas, como de niñas y niños.
Tampoco se puede creer que en este país no exista la institución del piropo. Para ganarse una gringa, apenas bastan un par de buenos piropos, ya que su falta de costumbre ante éstos, las hace totalmente vulnerables en ese sentido.
Y por último (aunque suene feo), tengo entendido por especialistas en la materia, que las mujeres americanas blancas son las que más rápido "completan" el acto sexual, con un pobrísimo tiempo promedio de apenas once minutos, los cuales conparados con los veintiseis de las brasileñas, no admiten mucho tiempo para los cálculos.
Otra diferencia estriba en que las francesas, brasileñas, suecas, argentinas ni uruguayas se creen la última Coca Cola del desierto a la hora de hacer el amor, mientras que las americanas se creen lo máximo, a pesar de una performance de tan baja calidad en materia no sólo de amor, sino también de sexo, dado que básicanmente las mujeres anglosajonas están abiertas a "cumplir úrdenes en la cama" anulando de ese modo la creatividad, la iniciativa y afectando hasta el respeto por su pareja u ocasional pareja, haciendo que el "deseo", sea tansólo el deseo de recibir, pero nunca el deseo de entregarse.
Encuestas de la Gestaldt y otras escuelas del comportamiento social e individual, señalan que una madre que hizo el amor con ahínco, va a ser mucho mejor madre para sus hijos, los va a amamantar con amor, sin importarle "la figura" y va a ser aparte de una mejor esposa, mucho mejor compañía para ella misma, va a criar hijos más seguros de si mismos y con menos tendencia a la depresión.